Una lengua es una llave que abre la puerta de una cultura nueva ampliando la nuestra propia, más o menos como una ampliación de la famosa zona de confort.
Entonces, ¿qué implica ampliar nuestra zona de confort aprendiendo español?
Implicar estudiar una lengua de origen latino. Descubrir palabras únicas que no tienen equivalente en otra lengua. Leer de manera transparente conociendo una única excepción: la h. Negar dos veces para que no te digan ni mu. Ser capaz de pronunciar la j, la z, la r. Usar el subjuntivo como si no costase. Diferenciar entre ser o estar. Poder escribir la letra ñ e incluirla en tu teclado. Empezar una frase con signos de apertura. Viajar a Cuba y entenderte con los paisanos. Tener permiso para gesticular como un pulpo y que no te miren raro. Estudiar a Gaudí. Entender a Almodóvar. Poder leer a Mario Benedetti. Escuchar a Chavela Vargas.
¿No está nada mal, verdad?
Implicar estudiar una lengua de origen latino. Descubrir palabras únicas que no tienen equivalente en otra lengua. Leer de manera transparente conociendo una única excepción: la h. Negar dos veces para que no te digan ni mu. Ser capaz de pronunciar la j, la z, la r. Usar el subjuntivo como si no costase. Diferenciar entre ser o estar. Poder escribir la letra ñ e incluirla en tu teclado. Empezar una frase con signos de apertura. Viajar a Cuba y entenderte con los paisanos. Tener permiso para gesticular como un pulpo y que no te miren raro. Estudiar a Gaudí. Entender a Almodóvar. Poder leer a Mario Benedetti. Escuchar a Chavela Vargas.
¿No está nada mal, verdad?
Empecemos.
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